Orange Wines

¿Qué son los orange wines o vinos naranja?

Orange Wines

Orange Wines

Los llamados ‘orange wines’ o ‘vinos naranja’ están experimentando un gran despegue en los últimos meses. No nos referimos a los vinos macerados con cáscara de naranja que se elaboran bajo la Denominación de Origen Condado de Huelva, sino a aquellos vinos, en su mayoría naturales, que se elaboran en contacto con las pieles.

El origen de los ‘orange wines’  se atribuye al enólogo italiano Josko Gravner, cuya bodega se encuentra en la región de Friuli-Venezia Giulia, en la frontera del noreste de Italia con Eslovenia.

En los años 90 realizó un viaje a Georgia, cuna de los primeros #vinos, para aprender en profundidad cómo se elaboraba el vino en sus inicios. Buscaba ‘desaprender’ lo aprendido hasta ahora y encontrar una nueva forma de interpretar los vinos, así como nuevos métodos.

En el Caúcaso encontró tinajas de barro de gran capacidad semi-enterradas en el viñedo, en las que tradicionalmente los viñadores de la zona fermentaban sus vinos. Una técnica ancestral. Tras ese viaje decidió hacerse con algunas ánforas y llevarlas a su bodega de Italia, con el fin de usar variedades locales e implementar esas técnicas tradicionales.

De esta forma, usaba uvas blancas de la zona para fermentar directamente con las pieles, por lo que el resultado final poco tenía que ver con los vinos que se podían encontrar en el circuito comercial.

¿Por qué se llaman vinos naranja?

El nombre ‘orange wines’ no se empezó a utilizar hasta 2004 y fueron bautizados de esta manera por un importador del Reino Unido. La razón es muy sencilla: Los ‘orange Wines’ son fácilmente reconocibles porque el color de vino blanco pasar a ser de una tonalidad naranja o ámbar.

Aunque en la actualidad los vinos naranja no siempre se elaboran en tinajas de barro enteradas en el viñedo como se realizaba según la fórmula tradicional. Si bien es cierto, es habitual usar barricas de roble, siempre evitando que los aromas de madera marquen el vino, y no encubran su personalidad.

Durante la fermentación en barricas de roble las bayas y el mosto permanecen en contacto con los hollejos y las pepitas de la uva. Esta estancia de la materia sólida con la liquida no sólo dura durante la fermentación, sino que además, el vino permanece durante unos meses más de crianza.

No existe ninguna regla escrita que indique que en este tipo de vinos no sea posible emplear productos enológicos como el SO2, pero lo cierto es que, como hemos indicado al principio, están unidos a la filosofía de vinos naturales y por ello no se suele emplear.

En boca, los vinos naranja muestran más cuerpo que los vinos blancos, son menos frescos pero más largos y persistentes. También es habitual notar una cierta tanicidad y amplia gama aromática.

Este post ha sido elaborado y cedido por Bodegas Comenge.