¿Por qué no soñar con nuestros propios vinos?

Por qué no soñar con nuestros propios vinos?

El sueño de todo #winelover

La idea romántica de poder elaborar nuestros propios vinos ha pasado varias veces por nuestra cabeza, siendo muchas las personas que han podido realizar este sueño. Algunos de estos vinos, han conseguido, no sólo hacerse un hueco en el mercado, sino además, han obtenido un prestigio y reconocimiento dentro de este, que ha provocado, en ocasiones, que resulten difíciles o imposibles de conseguir por su pequeño volumen.

Una de las principales dudas es, ¿dónde y cómo elaborarlo? Cuando económicamente, o por motivos de logística, no se puede afrontar la construcción de una bodega, podemos pensar en otras alternativas que están a nuestro alcance, que algunas bodegas disponen, y que en la mayor parte de los casos estarán encantados de colaborar con nosotros.

Entre las distintas opciones que encontramos en el mercado para llevar a cabo la elaboración de vinos bajo nuestra marca, podemos optar por, el alquiler de las instalaciones de una bodega, llegando a un acuerdo con ésta; se podrán utilizar los envases que la propia bodega tenga disponibles, así como su material, o bien, la propiedad nos alquilará y habilitará un espacio dentro de sus instalaciones, siendo el inquilino quien dispondrá de sus depósitos, barricas y material necesario para llevar a cabo la elaboración de su o sus vinos.

La actividad de embotellado y de etiquetado se realizará generalmente en las instalaciones de la bodega, y en la etiqueta se recogerá la marca del inquilino, quien deberá encargarse, en todo momento, de registrarla, para poder ser utilizada en la comercialización del o de los distintos vinos que vayan a salir al mercado.

Habitualmente, estos vinos nos los encontramos en el mercado con la característica de embotellados por encargo, haciéndose referencia en la etiqueta, del municipio exacto donde se encuentra la bodega, así como del nombre de la ésta, o en su ausencia, el código de embotellador que disponga, precedida de «embotellado para…», el nombre o la marca comercial registrada.

Una forma usual entre los grandes distribuidores o grandes superficies, son los embotellados por encargo, en estos casos también se deberá hacer referencia al municipio de la bodega, con la posibilidad de no indicar su nombre, pero que tendrá que ser sustituido por un código (registro de envasadores y embotelladores).

Ver las menciones obligatorias que deben aparecer en la etiqueta principal de un vino, en nuestro post de 15 de Enero de 2015.

Te imaginas hacer realidad un sueño, que seguramente, muchos #winelovers tenemos… yo sí…

About Jordi

Co-fundador de https://www.mundovinum.com ...compartimos la pasión por el vino!