La sidrase produce en Bretañadesde el siglo XVI, pero a finales del XX perdió popularidad. Ahora, los jóvenes están reavivando la tradición gracias a métodos y sabores de toda la vida.
Nos adentramos en la finca Julien Sauvée, en Melesse, al norte de Rennes, para saber más sobre este zumo de manzana. Para él, el momento de pensar en convertirlo en sidra es cuando al colocar un periódico detrás, la transparencia del zumo es tal que le permite leer todas las palabras.
Julien pertenece a la tercera generación de una familia dedicada a la agricultura, donde además de sidra producen leche y carne de manera orgánica en su finca de Pradenn. En el otoño, cuando las vacas pastan a sus anchas es cuando Julien se centra en este brebaje, la sidra: «cuando comencé a encargarme de la finca con mi padre, supe que quería producir una sidra diferente pensando en la gente joven.» Para ello comenzaron a cultivar una variedad distinta de manzano, y dieron una imagen más actual a las etiquetas, aunque los métodos de elaboración son exactamente los mismos que empleaban generaciones pasadas.
La amenaza a desaparecer de esta bebida, que desde la edad media llenaba las mesas bretonas, se produjo en la década de los 60, cuando los propios agricultores locales se centraron en la ganadería olvidándose de la sidra. Pero gracias a una nueva generación de productores como Julien, la sidra está recuperando su posición. En Rennes, hoy es típico degustar en sus creperías las famosas galettes(una especia de tortitas hechas con trigo sarraceno) rellenas de salchichas, queso, huevos o jamón, acompañadas de una sidra. Su carácter frutal hace que la combinación con las galettes resulte perfecta.
La sidrase ha vuelto tan popular en Rennesque hoy no solo la sirven los restaurantes sino además, se puede encontrar en tiendas especializadas de licores. Los jóvenes cada vez demandan más una bebida que en el pasado, prácticamente la bebían solo los mayores y algunas mujeres. Hoy en día, cada vez más gente habla de la sidra y la bebe.
La venta de leche y carne permite a Julien dedicarse a la sidra, un negocio complicado por si solo, con bajos ingresos y una dependencia total del clima, que sin duda marca la calidad de la cosecha, y la hace diferente cada año.
Recorrer la finca de manzanos y probar las manzanas que no existen en otro lugar, la clave para elaborar una buena sidra.
Torre de Oña nos sorprende con un nuevo vino que la familia de La Rioja Alta incorpora a su ya prestigioso portfolio. Martelo 2012 nace del profundo conocimiento de de las fincas: Martelo, Camino de la Iglesia, Altos de Vallecilla y Las Cuevas, en la Rioja Alavesa, la interpretación de un «terroir«. Son 20 años de trabajo enológico e investigación que constatan el carácter y la fuerza de esta tierra, la esencia de la misma que personaliza a este gran vino.
Martelonace de un viñedo que alcanza la vejez, sus cepas suman ya más de 60 años, y disfrutan de una orientación Norte-Sur que favorece la exposición al sol y al viento, consiguiendo así una óptima maduración de sus bayas; el equilibrio de esta y su magnífica salud vegetativa. Rendimientos inferiores a 5.500 Kg/Ha.
Marteloes un vino caprichoso, sólo en aquellas cosechas frescas que cumplan los requisitos más exigentes, cuando los parámetros que su enólogo «Julio Sáenz» interprete, buscando unas maduraciones largas, pausadas y equilibradas que puedan aportar esos taninos amables, entonces será la añada que verá la luz.
La expresión de una uva autóctona como la Tempranillo (95%) en perfecta armonía con pequeñas proporciones de Mazuelo, Garnacha y algo de Viura, marcarán el carácter y la personalidad de este gran vino «Martelo».
La crianza de Martelo 2012 se ha realizado tras una Maceración prefermentativa en frío, seguido de una fermentación maloláctica en barrica donde continua su crianza, en barricas de roble americano, principalmente, lo que ha favorecido la dulzura, la suavidad y los matices delicados y complejos de este vino sin que haya un gran carga tánica.
Procedentes de viñedos de más de 60 años de edad, de las fincas Martelo, Camino de la Iglesia, Altos de Vallecilla y Las Cuevas.
Variedades
Tempranillo 95%, resto Mazuelo, Garnacha y Viura.
Vendimia
Manual en cajas de 20 kg con selección en viñedo y en Bodega.
Elaboración
Fermentado maloláctica en barricas de roble americano y francés, con crianza en las mismas.
Crianza
24 meses en barrica de roble americano 80% y francés 20%.
Premios
Proensa 97 puntos
Peñín 93 puntos
J. Suckling 93 puntos
Nota de cata
Color granate intenso con capa media-alta, limpia y brillante.
En nariz notas afrutadas, primando las moras y frutas del bosque y toques balsámicos en el fondo.
Buena estructura en boca, equilibrado con una buena acidez, taninos elegantes y un retrogusto largo y agradable donde vuelven a sobresalir las notas afrutadas y balsámicas.
En MundoVinum te presentamos Martelo 2012, la primera añada que sale al mercado, sin duda, un vino que recomendamos.
Bordeaux, descubriendo sus secretos más escondidos
Bordeaux, la perla de la Aquitania
Bordeaux, descubriendo sus secretos más escondidos. Cada año que viajamos a Bordeaux nos enamoramos más de esta fascinante ciudad, patrimonio de la UNESCO. En nuestro post de hoy compartiremos nuestro último viaje descubriendo rincones secretos, que os recomendamos, no sólo por su encanto, sino además, por su calidad y amabilidad de su personal.
Bordeaux es capital de la región de Aquitania, célebre por sus magníficos vinos y su alta cocina gourmet, es por ello que hemos decidido ponerla a prueba. Además, en ella descansan un gran número de edificios históricos protegidos, la mayoría construidos durante el siglo de las Luces, el XVIII, lo que la convierten en una ciudad muy interesante para recorrer.
Nos perdermos en sus calles para contagiarnos, para respirar el ambiente bordelés, que emana por los poros de la ciudad, y dejar que nos seduzca con sus encantos. Y descubrimos el mercado que se forma todos los domingos «Marché de Chartrons», donde es posible comer o comprar productos de gran calidad en sus puestos ambulantes.
Bordeaux se extiende a lo largo del río Garone, y posee uno de los principales puertos atlánticos de Francia ya que se encuentra cerca de su desembocadura. La ciudad se abre hacia el oeste, entre Pont Jacques Chaban-Delmas y Pont de Pierre, llegando incluso hasta Pont St- Jean.
Una ciudad con el tamaño perfecto para recorrer sus calles andando o en bicicleta, y descubrir sus rincones más ocultos. El otro medio de transporte que atraviesa la ciudad es el tranvía, también muy recomendable.
Nos alojamos en el barrio de Chartrons, uno de los más viejos de la ciudad, donde se encuentra el Museo del vino y negocio «Musée du Vin et Négoce«; recomendamos su visita para conocer el comercio de los vinos de Bordeaux, y terminar en la enoteca Verre o Vin, ésta posee una gran selección de vinos de toda Francia que hará las delicias de cualquier amante de éstos, a precios muy interesantes.
En la calle Notre Dame descubrimos otras enotecas con mucho encanto, entre las que destacamos La Conserverie, un lugar muy acogedor que posee una amplia bodega de vinos. Otro lugar que no nos perdimos, muy cerca de los anteriores es Le Bistrot du Fromager, perfecto para degustar unos quesos junto a su amplia colección de vinos.
Hemos elegido este lugar con un encanto especial para alojarnos, una casa totalmente restaurada, con amplias habitaciones decoradas con mucho gusto, cerca de la Place du Marché de Chartrons. El personal de Casa Blanca B&B es igual de encantador, y está dispuesto a enseñarte la ciudad sobre un plano si les tiras de la lengua. La zona donde se encuentra es muy tranquila, a escasos minutos de la calle Notre Dame, y muy cerca del centro de la ciudad.
Este pequeño y acogedor restaurante se encuentra en la Place du Marché de Chartrons. El ambiente que se respira en Chez Boulan es magífico, el lugar perfecto para degustar unas ostras (la especialidad) o cualquier otra delicia. Nos lo habían recomendado, y sin duda, nosotros hacemos lo mismo, merece la pena cenar informalmente, y descansar del ajetreo de la ciudad.
No se puede uno ir de Bordeaux sin cenar en Chez Dupont, toda una institución en el barrio de Chartrons. Su cocina es espectacular, con sugerencias fuera de carta que hacen que salivemos al escucharlas. Hemos escogido un Gran Cru de Saint Émilion para acompañar los terriblemente sabrosos platos que aquí cocinan. Sin duda, volveremos.
Recorremos el paseo a la orilla del Garone hasta situarnos frente a «Place de la Boursa», en el edificio principal se encuentra el restaurante Le Michel’s; estuvimos el año pasado, y aún nos queda muy buen recuerdo. Pero nuestra intención es acceder hacia el centro de Bordeaux, así que seguimos adelante en dirección a la calle Saint Catherine, una de las calles comerciales-peatonales más larga de Europa, se extiende desde la Place de la Victoire hasta la Place de la Comédie, donde se encuentra el «Grand Teâtre«. En esta plaza convergen la 5ª avenida de Bordeaux «Cours de l’Intendance«, la avenida Allées de Tourny donde destacamos una vinoteca fabulosa que desciende en espiral con una inmensa colección de vinos, y Saint Catherine; el centro neurálgico de la ciudad.
Cerca del centro comercial «Grand Hommes«, encontramos la Rue Mably que da nombre a un coqueto bistrot «Le Mably», que queríamos conocer. Más tarde descubrimos sus encantos gastronómicos. El tartar es alucinante!
Callejeamos entre comercios y cafés en dirección a la Cathédrale St. André, de estilo gótico, que se levanta imponente al lado de la Tour Pey-Berland, y del Hôtel de la Ville. Detrás se encuentra el Tribunal de 1ª Instancia, y justo enfrente está Glouton Le Bistrot, un pequeño restaurante con una gran fama, lo hemos dejado pendiente para nuestra próxima visita. Desde aquí continuamos callejeando hacia la Place de la Ferme de Richemont, donde se ubican varios restaurantes y cafés, sus terrazas suelen estar llenas, es un buen sitio para hacer un descanso.
Uno de los restaurantes con mayor encanto de Bordeaux y con mayor tradición, su cocina es sensacional, para disfrutar a lo grande de la comida francesa. Recomendamos dejarse caer los domingos al almuerzo, después de visitar el hervidero que se forma entorno a basílica de St. Michel. Comerciantes, anticuarios…, aquí es posible encontrar cualquier cosa. Le Marché des Capucins, los domingos la visita al mercado de abastos es obligada, todo cuando sucede a su alrededor es digno de descubrir. En su interior podemos comprar cualquier producto, la calidad salta a la vista, y es posible sentarse y disfrutar de muchos platos, entre ellos, las magníficas ostras. Desde aquí, nos fuimos a comer a La Tupina un carpaccio de pato con trufa negra, y una carne a la parrilla, indiscutiblemente deliciosa.
Cerca de La Tupina nos recomendadon Le Taquin, un bistrot que no hemos podido conocer dado que estaba cerrado, pero que hemos anotado para nuestra próxima visita.
Al otro lado de la ciudad, visitamos el centro Darwin, un lugar alternativo dedicado al desarrollo económico responsable, emprendimiento social, transición ecológica y activismo ciudadano. Funciona como un centro de economía verde, con una granja urbana, un parque de skate XXL, espacios de expresión gratuita para artistas de graffiti, una tienda de comestibles orgánicos, restaurante Le Magasin Général, espacios de trabajo… Darwin es un crisol de innovación a gran escala. Se encuentra en un antiguo cuartel militar de 20.000 m2 en el Quai des Queyries, y merece la pena el paseo para conocerlo, además, desde allí, la panorámica de la ciudad de Bordeaux es alucinante, sobre todo de noche, con sus edificios iluminados.
Nos hubiera encantado dedicar una mañana entera a la Cité du Vin, nos ha quedado pendiente, y hemos anotado una fecha para volver, en el mes de junio, la ciudad acoge el Festival del Vino, a lo largo del paseo a la orilla del Garone, aproximadamente, son 2 km de puestos donde es posible catar los fabulosos vinos de Bordeaux, una cita ineludible.
Por último queremos despedir nuestro post dulcemente, con los famosos canalés de Bordeuax, unos bollos pequeños, con aromas a ron y vainilla, caramelizados…, una delicia!
Bordeaux, da para mucho más, es una ciudad tan fascinante que cualquier rincón posee una magia especial, seguiremos contando más secretos de esta ciudad en próximas visitas.
¿Conoces la fascinante colección de vinos kimberly Jones?
#KimberlyJonesSelections – pasión por el vino
Hace unos meses os hablamos de Kimberly Jones, de cómo su pasión por el vino la ha llevado a reunir un protfolio de vinos asombroso, dada su diversidad, valor y calidad, algo que no ha pasado desapercibido para Robert M Parker, Jr.
Kimberly Jones Selections es una selección de los mejores vinos del Mundo, bajo la dirección de viticultores, enólogos y bodegueros que aman su trabajo, entregados y comprometidos con la tierra donde dan vida a estas grandes creaciones, que elaboran en distintas regiones vitivinícolas.
Dentro del extenso portfolio de Kimberly Jones, hoy recorremos las regiones de Rousillon, Valle del Ródano, Borgoña y Burdeos en Francia, y el Valle de Napa en California, EEUU.
Una familia de viticultores de varias generaciones, que cuidan su propio viñedo, parcelas viejas de Garnacha y Cariñena, con rendimientos muy bajos. Así, dan vida a sus propios vinos, el reflejo de la zona, de su tierras, de su clima, para elaborar la expresión del «terroir», vinos auténticos.
Tipo: Vino Tinto con crianza Viticultores: Marie y Jean Roger Calvet
Côtes du Roussillon Villages AOP
Variedades: 60% Garnacha, 30% Syrah y 10% Cariñena
Envejecimiento: el vino es envejecido en depósitos de cemento, lo que permite mantener la autenticidad de la uva y su poder, dándole elegancia y finura. Notas de Cata: Revela aromas de frutos rojos y negros, con unl toque de monte bajo que rodea los viñedos. Un reflejo de del terroir de pizarra y su poder. Este vino tinto se crea, para enaltecer el el poder y la agilidad de la región de los Pirinéos.
Precio: 11,95€
Richard y Sarah Case(en nuestro post del 14 de abril os hablamos de ellos)
Decidieron asentarse en Côtes de Catalanes, muy cerca de los Perpignan, a los pies de los Pirinéos, en la frontera entre Francia y España, para elaborar vinos minerales y concentrados. Las viñas antiguas, con producciones bajísimas y vientos de Tramontane (vientos fríos provenientes del norte), proveen intensidad y fineza. Vinos que expresan aromas como ciruela, hinojo y violeta, dando lugar a vinos opulentos de gran cuerpo. Una producción pequeña, un negocio familiar en donde la calidad jamás es puesta en riesgo, buscando siempre la mejor expresión de las viñas viejas de Garnacha.
Cuando tenía 12 años de edad, fue castigado a arar una parcela cercana con un caballo, desde entonces no se ha separado del viñedo. Estudió Viticultura y Enología en Beaune, obtienendo la diplomatura en la elaboración de vinos en Montpelier. Administrador de las viñas de una finca con muy buena reputación. En 1987 estableció su propio negocio en la parte superior de la ciudad medieval de Malleval con viñedos en la parte norte del Valle del Ródano, que van desde Cote- Rotie abajo a través de Cornas en el Sur. Sus vinos son abundantes y deben expresar aromas frutales claros y precisos, con un color profundo y taninos refinados. Su filosofía e inspiración, se basan en el repeto a la materia prima y al proceso de recolección en la vendimia.
Tipo: Vino Tinto con crianza Viticultor: Pierre Gaillard
Cotes du Rhone
Variedades: 70% Garnacha y 30% Syrah
Envejecimiento: un vino envejecido en depósito de cemento, lo que permite mantener la autenticidad de la uva y su poder, dándole elegancia y finura. Notas de Cata: Un vino de color profundo que ofrece se muestra en nariz abundante, con una alta expresión a aromas frutales claros y precisos. En boca es muy agradable, largo, con taninos refinados.
La filosofía e inspiración de Pierre se basa en el repeto por la materia prima, así como el medio ambiente, y todos los cuidados que recibe el viñedo.
Este enólogo natural de Burdeos, es conocido por la obtención de múltiples vinos con puntuación 100 que cuenta como experiencia, la elaboración de vinos del Valle de Napa, durante 12 años (Hartwell, REALM, y Jack QUINN). Trabajando codo con codo con Michel Rolland que fue su tutor y adquiriendo una increible experiencia.
Napa Valley
Chris Phelps, enológo
Se crió en el área de la Bahía de San Francisco en una familia de amantes del vino. Después de graduarse por la Universidad de California en Davis en la especialidad de enología, se embarcó en una estancia de 16 meses en Burdeos, allí se reunió con Cristiano Moueix, quien lo convenció de quedarse en gestionar la cosecha de 1982 en elChateau des Laurets en St. Emilion. Fue durante este tiempo que se refería a su mentor, Jean Claude Berrouet, enólogo durante 44 años en Chateau Petrus. A su
regreso a Napa Valley, Chris pasó 12 años como enólogo de Dominus, como parte del equipo de Berrouet – Moueix. A continuación, pasó 7 años en Caymus Vineyards. Fruto de esta experiencia da vida a su vino Ad Vivum, que es la concentración de una vida en el vino… «viñedos donde el vino y la vida se encuentran!»
Tipo: Vino Tinto con crianza Enólogo: Chris Phelps
Valle de Napa , California
Variedades: 62,5% Cabernet sauvignon, 25% Merlot y 12,5% Petit Verdot
Envejecimiento: el vino es envejecido en barricas de roble. Notas de Cata: Tiene un profundo color rubí. Con aromas complejos de cereza negro, mora y grafito. Rico y exuberante en el paladar con recuerdos de ciruela madura negra, baya oscura, especias y cassis. Un vino con taninos sedosos y un final largo y persistente.
Precio: 65,50€
En MundoVinum te acercamos la impresionante colección de vinos de Kimberly Jones Selections, proyectos llenos de vida, viticultores y enólogos que aman su trabajo y elaboran vinos auténticos, únicos, ¿te los vas a perder?
Vinos de «terroir», la interpretación de la partitura
El viticultor debe interpretar y dirigir su «terroir»
Vinos de «terroir», una palabra muy en boga en este momento, cuyo concepto define una serie de características muy específicas conectadas entre sí, tales como suelo, topografía, climatología y biodiversidad. Características que influyen en el cultivo del viñedo, y por tanto marcan la personalidad de determinados vinos, sin embargo, el uso de «terroir» está siendo utilizado casi más como una herramienta de marketing, pecando en su extensión.
Este término tiene su origen en Francia; en zonas como la región de Borgoña donde encontramos un mosaico de fincas con una extensión relativamente pequeña, que reúne las características esenciales para calificar vinos de «terroir», y que marca la diferencia dotando a estos de unos rasgos bien diferenciados, únicos.
En España existen varias bodegas que luchan por poner en valor esta diferenciación, como el caso de Artadi«El valor de los grandes vinos está íntimamente ligado al suelo y a sus gentes», en la Rioja Alavesa, entre otros. Una distinción que defina la procedencia de sus vinos, y evite que los consejos reguladores utilicen la misma vara de medir para todos los casos, y que amenacen la magia y el misterio de los vinos de «terroir», únicos y exclusivos.
Recientemente tuvo lugar un encuentro entre grandes viticultores, enólogos y bodegueros del Mundo en Abadía Retuerta, con el motivo de su 25 aniversario, en el que cada uno expresó qué era para él el «terroir«, bajo la figura de Pascal Delbeck, que actuó de moderador.
Aunque la definición de «terroir» es complicada, se apoya en unos pilares fundamentales que son: la combinación de suelo, el clima, las técnicas de cultivo (trabajo del viticultor) y la propia cultura.
“El gran vino, como la gran música, es la correcta interpretación por parte del viticultor de la partitura, de lo que ofrece la naturaleza. Ni demasiado técnica, ni demasiado libre, la correcta exaltación de la partitura, de la genialidad de un lugar. El terruño es más que un territorio delimitado en el sentido administrativo. Existe un enfoque místico del terruño”. Extracto del encuentro en Abadía Retuerta.
¿Qué es el Terroir?
Jean-Nöel Boidron piensa que “Terroir y tradición no forzosamente van de la mano”, definiendo “vinos nobles procedentes de suelo vivo, cuyos enemigos son los herbicidas y la inversión en él sin conciencia”
Gérard Chave, “el concepto de Terroir es una cuestión de gusto. En el sentido de que “cada viticultor cocina su terruño”
Jean-Claude Berrouet, gran conocedor del Terroir siente que se resume en la expresión de tres breves conceptos: el aire, la tierra y los cultivos. “Un gran terruño no es un tipo de formación geológica que destaque por encima de cualquier otro, tiene arcilla y piedra caliza al igual que pizarra o arenisca. El factor hídrico, la exposición y el elemento humano son, sin duda, los más importantes. La viña ama a la colina, decía Virgilio”
Isabelle Meyer, “el hombre tiene que estar presente, pero sin sabotearlo, dotándole de espiritu y sensibilidad al Terroir. De este modo, teniendo paciencia y dejando al Terroir expresarse, da grandes vinos”
Jean-Pierre Perrin “la transmisión no es algo sencillo. Hay que tener miras a largo plazo. Las generaciones presentes deben hacer comprender a los futuros herederos la importancia de estar en un lugar en el que la familia impregna la tierra. No es tanto un asunto de entender el terruño como de valores. Algunas familias mantienen esos valores a lo largo de las generaciones, otras no lo hacen”
Juan Carlos López de Lacalle, habla de la gran riqueza del viñedo español, «una riqueza que España es incapaz de traducir». Para él Terroir es diversidad, fuerza y familia. Lamenta la falta de respeto de los españoles por los Terroir históricos, aunque reconoce que en los últimos tiempos hay un potencial de jóvenes viticultores que espera que hagan renacer los vinos de Terroir. “La excelencia es una manera de vivir, es la prosperidad y la felicidad que da el optar por hacer las cosas bien; la excelencia no es el lujo. Nuestra vocación es la de producir vino, no papel para la administración. La solución no es producir más a precios ridículos”
Ángel Anocíbar, “en 40 años la Ribera ha pasado de 8.000 a 24.000 ha, de la selección masiva a una multitud de clones de Tempranillo importados, muchos de los cuales han sido diseñados por su productividad”
Mariano García, “el Terroir debe dar vinos modernos pero con raíces, hay que tener las ideas claras y tener como objetivo grandes vinos que reflejen su Terroir. La Ribera del Duero debe aprovechar la diversidad de sus Terroir”
Extraído de la nota de prensa de Abadía Retuerta.
Hay muchas amenazas que hacen peligrar el «terroir», desde el calentamiento global hasta los gustos de los consumidores, pasando por la acción del hombre, el uso de la tecnología, la legislación…
«El terroires propio de la zona, y el viticultor quien debe adaptarse a éste. Para encontrar buenos terroiry cepas adaptadas que a su vez den buenos vinos, sólo hay escuchar, observar lo que encontramos en el suelo, estar atentos al clima y dejar que el hombre impregne de su sabiduría al terruño»
Hoy os hablamos de nuestro viaje por La Toscana, tras una planificación previa, decidimos alquilar un coche y recorrer su espectacular paisaje de viñedos, olivos y bodegas. Decidimos volar a Bolonia, dada su proximidad, y en apenas 1 hora estábamos dejando atrás Florencia en dirección a Lucca, donde nos alojaríamos la primera noche.
Lucca, una ciudad amurallada que protege un centro histórico medieval; nos encantó, y recomendamos su visita. La ciudad mantiene aún intactas sus murallas medievales, debido a que nunca fue atacada. Dentro de estas es posible pasar la noche y cenar en sus mágnificos restaurantes. Aunque en nuestro caso, decidimos pasar la noche en un pueblecito a escasos kms de distancia de Lucca, en San Giuliano Terme, en dirección hacia Pisa. El lugar elegido fue «Villa di Corliano«, un palacio restaurado del s. XVI, ¡una pasada!
Desde aquí pusimos rumbo a San Gimignano, un pueblecito medieval con un encanto muy especial, donde nos alojaríamos las tres próximas noches. El pueblo se eleva sobre una colina, desde donde se abre un valle lleno de viñedos dispuestos en sus laderas. Fue declarado Patrimonio de la Unesco en 1990.
Decidimos que San Gimignano fuese el corazón de La Toscana, desde allí, nuestro viaje estaba trazado en dirección a Siena y Florencia, con la mirada puesta en: Volterra, Colle di Val d’Elsa, Siena, San Quirico d’Orcia, Montepulciano, para continuar por Castellina in Chianti, Radda in Chianti, Panzano y Greve in Chianti, finalizando en la esplendorosa Florencia.
Además del atractivo del viaje en sí, nuestra idea era catar sus vinos, especialmente los elaborados con la variedad más cultivada en la zona, la Sangiovese, que gracias a numerosas selecciones clonales, da hoy unos rendimientos extraordinarios, especialmente en la zona de Chianti.
La Sangiovese posee aromas florales, a violeta y retama, de frutos rojos con notas de ciruela, y especiados. En boca es seco, ligeramente tánico, con buen equilibrio de alcohol, y una persistencia larga.
Catamos vinos tintos 100% Sangiovese, y otros con un blend de esta y Cabernet sauvignon; el mínimo exigido en Chianti de Sangiovese es del 75%, siendo más restrictivo en Chianti Superior, el Cabernet aporta a estos vinos mucha estructura… una delicia!
También descubrimos sus vinos blancos, la Vernaccia di San Gimignano, variedad utilizada en esta zona de Italia desde cientos de años atrás.
La Vernaccia di San Gimignano, posee un aroma fino y penetrante característico, afrutado y floral, y un paso por boca fresco, seco y con cuerpo, además de una buena persistencia, son vinos armoniosos, con un regusto amargo característico (almendra amarga).
Otra uva blanca que catamos fue la Vermentino, muy extendida en la costa de Liguria, en la Toscana y Cerdeña…, sus vinos son aromáticos, con toques florales, frutas y anís, y un paso por boca que nos aporta una ligera impresión de rotundidad y morbidez.
Es posible alojarse en muchas de las bodegas que os recomendamos, están preparadas con habitaciones e instalaciones para pasar unos días increíbles, además cuentan con varios programas de enoturismo. Hemos hecho una selección de lugares con encanto para todos los viajeros.
Para quienes decidan fijar su lugar de partida en San Gimignano, os recomendamos:
Il Trovatore; muy recomendable, el dueño es español.
Ristorante Perucà, una cocina fabulosa y una bodega impresionante.
Cum Quibus, para darse un capricho.
En MundoVinum nos encanta recorrer La Toscana y descubrir sus encantos. Una experiencia fascinante que recomendamos a viajeros y amantes del vino; disfrutar de paisajes únicos, y catar sus mágnificos vinos, es sin duda una aventura.
París es quien lidera el ranking de consumo de vino
Descubrimos las ciudades del Mundo donde más vino por habitante se consume, siendo París la primera de esta lista selecta. ¿Son los parisinos unos grandes amantes de estos caldos? Pues sí, lo son, según un estudio elaborado por la prestigiosa business schoolen colaboración con la Organización Internacional del Vino (OIV).
Continuando este ranking observamos que en segundo lugar se situaría Buenos Aires, seguida de Ruhr (Alemania), Londres, Nueva York, Milán, Los Ángeles, Nápoles, Madrid, Roma.
España se sitúa a nivel mundial en el séptimo lugar en consumo de vino y el 33 en consumo per cápita. ¿Cómo estamos tan alejados de los primeros puestos cuando nuestro país ocupa el 2, 3er puesto en producción mundial de vino?
En París resulta sorprendente el consumo de vino que asciende a 697 millones de botellas al año, siendo el consumo por persona de 51,7 L, un consumo muy alejado de la segunda ciudad de la lista. Mientras que en Madrid no sobrepasa los 181 millones de botellas. Puede parecer un dato elevado, si no lo comparásemos con las otras ciudades que se citan en el estudio.
Sin embargo, es aún más sorprendente si nos referimos al consumo mundial de vino, destacando los primeros puestos que ocupan, en el orden siguiente: El Vaticano, Andorra, Luxemburgo…